28 de mayo de 2010

K'un / La Desazón


en la versión de Richard Wilhelm (1) se lee:


arriba Tui, Lo Sereno, el lago
abajo K'an, Lo Abismal, el agua



Arriba está el lago, debajo del mismo el agua. El lago está vacío y agotado. También de otro modo surge la idea del agotamiento: arriba un trazo oscuro que debajo de sí retiene a dos trazos luminosos; abajo se ve un trazo luminoso enclavado entre dos oscuros. El signo de arriba forma parte del principio luminoso. Así por doquier los nobles se ven oprimidos y mantenidos bajo restricciones por los seres vulgares.

EL DICTAMEN  

La desazón. Logro. Perseverancia. El gran hombre obra ventura. Ningún defecto. Si uno tiene algo que decir, no se le cree.

Épocas de necesidad son lo contrario del éxito. Pero pueden conducir al éxito si le tocan al hombre adecuado. Cuando un hombre fuerte cae en necesidad, permanece sereno pese a todo peligro, y esta serenidad es el fundamento de éxitos ulteriores; es la constancia, que es más fuerte que el destino. Ciertamente no tendrá éxito quien interiormente se deje quebrar por el agotamiento. Pero en aquél a quien la necesidad sólo doblega, ésta engendra una fuerza de reacción que con el tiempo seguramente habrá de manifestarse. Sin embargo, ningún hombre vulgar es capaz de eso. Únicamente el hombre grande obra ventura y permanece sin mácula. Es cierto que, por lo pronto, le queda vedado ejercer influencia hacia fuera, ya que sus palabras no tienen efecto alguno. De ahí que, en épocas de necesidad, sea cuestión de permanecer interiormente vigoroso y hacer poco uso de las palabras.

LA IMAGEN  

En el lago no hay agua: la imagen del agotamiento. Así el noble empeña su vida con el fin de seguir su voluntad.

Cuando el agua del lago se ha escurrido hacia abajo, éste tiene que secarse, agotarse. Es su destino. Es también la imagen de designios adversos en la vida humana. En tales épocas no se puede hacer otra cosa más que aceptar el destino y permanecer leal a sí mismo. Está en juego el estrato más profundo de nuestro ser propiamente dicho, pues únicamente este estrato es superior a todo destino externo.

LAS DIFERENTES LINEAS

Al comienzo un seis significa:  
Uno está sentado en desazón bajo un árbol seco y viene a parar a un tenebroso valle. Durante tres años uno no ve nada.

Cuando a alguien lo acosa la necesidad es ante todo importante ser fuerte y superar la adversidad interiormente. Pues si uno es débil la necesidad lo vence. En lugar de seguir andando, se queda uno sentado bajo un árbol seco y se precipita más y más en las tinieblas y la Melancolía. Así la situación sólo se torna aún más desesperanzada. Esta actitud es consecuencia de un enceguecimiento interior que debe superarse a toda costa.

Nueve en el segundo puesto significa:  
Uno se siente desazonado junto al vino y los víveres. Acaba de llegar el hombre de las rodilleras escarlatas. Es propicio ofrendar sacrificios. Partir trae desventura. Ningún defecto.

En este caso la desazón en que uno se encuentra es de índole interior. Exteriormente todo va bien, uno tiene qué comer y beber, pero se siente agotado por las trivialidades de la vida de las que no parece haber escapatoria. Pero desde arriba llega una ayuda. Un príncipe –en la antigua China los príncipes llevaban rodilleras de color escarlata- ha emprendido la búsqueda de ayudantes capaces. Aún quedan, sin embargo, obstáculos en lo invisible mediante sacrificios y oración. Partir sin estar preparado para ello conduciría a la desgracia, a pesar de que moralmente no sería incorrecto. En este caso debe superarse una situación adversa con paciencia interior.

Seis en el tercer puesto significa:  
Uno se deja acosar por rocas y se apoya en espinas y cardos. Entra en su casa y no ve a su mujer. ¡Desventura!

Aparece aquí un hombre inquieto e indeciso en épocas de adversidad. Su primer impulso es avanzar; entonces tropieza con obstáculos que, por cierto, implican la desazón únicamente si se arremete contra ellos de un modo irreflexivo. Uno da con la cabeza contra un muro pretendiendo atravesarlo y en consecuencia se siente abrumado por el muro. Luego se apoya en cosas que no brindan sostén en sí mismas y sólo ofrecen riesgos para el que se apoye en ellas.
En consecuencia uno se vuelve, indeciso, y se retira hacia su casa, mas sólo para descubrir con renovado desengaño que no está allí su mujer.
Kung Tsé dice al respecto: “Cuando uno se deja oprimir por algo que no debiera oprimirlo, su nombre sin duda sufrirá vergüenza. Cuando se apoya en cosas en que uno no puede apoyarse, su vida sin duda caerá en peligro. A quien se halla ya humillado y en peligro, se le acerca la hora de su muerte; ¡cómo entonces podrá ver todavía a su mujer!”

Nueve en el cuarto puesto significa:
El llega muy quedo, oprimido en áureo carruaje. Humillación, pero se llega a un fin.

Un hombre próspero ve la necesidad de los de abajo y por cierto mucho le complacería ayudar. Pero no interviene con rapidez y energía donde es necesario, sino que aborda el asunto con vacilación y mesura. Entonces se topa con impedimentos. Personas poderosas y ricas de entre sus conocidos lo atraen hacia sus círculos. Se ve obligado a acceder y no puede sustraerse a ellos. Por lo tanto se halla en una situación muy embarazosa. Pero la emergencia es pasajera. La fuerza primitiva de la naturaleza repara la falta cometida y se alcanza la meta.

Nueve en el quinto puesto significa:  
Se le cortan la nariz y los pies. Uno se ve acosado por el de las rodilleras purpúreas. Quedamente llega la alegría. Es propicio ofrendar sacrificios y dádivas.

Alguien que se toma a pecho el bienestar de los hombres se ve oprimido desde arriba y desde abajo (este es el sentido de la nariz y los pies amputados). No se encuentra ayuda entre los hombres cuyo deber sería cooperar en la obra de salvación (los ministros llevaban rodilleras purpúreas). Pero las cosas poco a poco van evolucionando hacia su mejoría. Hasta que ésta se produzca es preciso acudir a Dios, en gran recogimiento interior, y orar y sacrificar por el bien de la totalidad.

Al tope un seis significa:  
Está oprimido por lianas. Se mueve inseguro, y habla diciendo: “El moverse trae arrepentimiento.” Si uno siente por eso arrepentimiento y se moviliza, tendrá ventura.

Uno se siente agobiado por lazos fáciles de cortar. La opresión se aproxima a su fin. Pero todavía hay indecisión. Todavía se siente la influencia del estado anterior y se piensa que si uno se mueve tendrá que arrepentirse. Pero no bien llega a comprender la situación y deja de lado esta actitud mental, tomando una vigorosa decisión logra dominar esa desazón.

(1) I Ching - El Libro de las Mutaciones. Ed. Sudamericana 7ma. edición Buenos Aires 1985 - ISBN 950-07-0085-9

4 comentarios:

  1. Hola Tegularius, hace ya 10 años desde que publicaste este post. Sin embargo, ante la posibilidad de que me respondas, te escribo. He entrado en contacto con el i-ching a través del mandala del "diseño humano" que se determina mediante el día, la hora exacta y lugar de nacimiento. Ésta disciplina incorpora, entre otras, el i-ching. Sin embargo, en el mismo los hexagramas que se te adjudican son fijos, para toda la vida, a diferencia del i-ching de las monedas.
    Pues bien, mi hexagrama principal, donde se proyecta el sol, y que según el DH supone aproximadamente el 70% de lo que eres, o sea, de la carta, es en el hexagrama 47, línea 6. Dicho esto, me compré el libro oficial del DH en que se interpreta el i-ching. La frase-tema del 47 es lapidaria. Dice "Inutilidad, una posición difícil para la que no hay una exaltación - en su lenguaje significa que nunca puede ser favorable- y el texto "El sol en detrimento, donde sólo la fuerza de voluntad puede hallar una forma de adaptarse y sobrevivir, pero sin ninguna esperanza de superar la opresión. La vida como una prueba penosa desprovista de realización".
    Toda mi vida a sido así. Mi primera pegunta es si es posible fijar un hexagrama para toda la vida de una persona, y la segunda, que la explicación se contradice con lo que expones de la línea seis, en que dices que "Si uno siente por eso arrepentimiento y se moviliza, tendrá ventura", según tu criterio, cómo se conjuga esto??
    Gracias por leer este largo comentario y dedicarme estos valiosos minutos.
    Un saludo.

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  2. Hola desconocido, habitualmente no respondo consultas en el blog. No siento (había escrito "creo", pero es más un sentimiento) estar capacitado para dar una respuesta a una consulta realizada por alguien de quien desconozco tantas cosas esenciales para que esa respuesta pueda acercarse a lo que necesita. Por otro lado, es necesario, desde mi punto de vista, estar en un momento apropiado, con un estado espiritual especial para poder "comunicarse" con ese fondo común para obtener respuestas con sentido, y no solo con uno mismo, y con el I, sino también con esa energía común, no sé bien si puedo explicar lo que quiero decir. Igualmente, tu pregunta me lleva a darte una respuesta, muy superficial, pero no quiero dejar de responderte. A pesar de que he leído cosas del DH sobre mi persona que me han dejado muy impresionado, no conozco el Diseño Humano como para opinar sobre eso. Que un hex pueda ser una imagen definitiva en la vida de una persona, algo inmutable, no creo que sea posible. Quizás ciertos elementos sirvan para trazar características, para definir cualidades, pero los hexagramas son parte de un constante movimiento, son representaciones de situaciones siempre cambiantes, que solo encuentran su síntesis en ese continuo cambio y modificación. Quizás el texto del 46, leyéndolo desde cierto ángulo, habla más de una "lectura" que estás haciendo, del modo en que te paras frente a ese hex, a esa definición. El Dictamen habla de Desazón, un poco tu descripción de la situación, pero también de Perseverancia y Logro. Ningún Defecto. Y la sexta linea describe a un sujeto que actúa como oprimido por una forma de ver las cosas más que por una situación real e inamovible. Que si cambia eso y se arrepiente de esa manera de ver y actuar, habrá ventura. Lo que quiero decir es que esa Desazón es el modo de pararse frente a una realidad, no la realidad en sí. Y que hay que perseverar y revertir ese modo de mirar, y entonces puede haber Ventura.
    En fin, no sé si te sirvan de algo estas palabras que escribí sin estar con la disposición espiritual necesaria. Hay una frase de una película que siempre me gustó, y que refleja esta comunión con el espíritu: "Palabras, palabras, palabras. Una vez poseí ese don. Hacia el amor con ellas como el alfarero hace cuencos con el barro. Ese amor que derrumba imperios, amor capaz de unir dos corazones frente al fuego del infierno y el azufre. Por seis peniques por verso podría provocar un motín en un convento. Pero ahora, ..." Sin ese don, que es efímero e inconstante, es difícil comunicarse. Un saludo

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  3. marian@lainteligenciadelavida.comfebrero 27, 2020

    Hola desconocido,
    A lo mejor le sirva además la información que viene en "los comentarios" del denominado Tercer Libro del I Ching. De ahí reproduzco lo más importante y esclarecedor sobre el hexagrama la Desazón:
    La idea del signo la Desazón se basa en el encierro de lo firme. Cuando uno asciende sin cesar, caerá seguramente en la desazón. El hecho de que el lago esté sin agua se debe a peculiares circunstancias de excepción: un lago, debajo del cual se abre un abismo por el que el agua se escurre hacia abajo.
    Dictámenes Anexos:
    La desazón es la prueba del carácter. La desazón lleva al desconcierto y por ello al éxito. En virtud de la desazón aprende uno a disminuir su rencor.
    [A continuación, se explica de la siguiente manera el proceso de cambio que este hexagrama representa:]
    Las direcciones energéticas toman rumbos divergentes. La fuerza primordial Agua, el trigrama inferior, se hunde hacia abajo; Lago, el superior, se evapora hacia arriba. Como signos nucleares se encuentran activos el Viento y el Fuego, que asimismo acosan al Agua desde dentro.
    [En el Comentario para la Decisión se aclara el dictamen aludiendo a los consejos de los hexagramas del Agua y del Lago: nº 29 lo Abismal, y nº 58 lo Sereno]:
    “Logro. Perseverancia. El gran hombre aporta ventura,” porque es firme y central. El logro en tiempos de desazón se obtiene cuando en medio del peligro (trigrama de abajo K’an, Agua) no se pierde la serenidad (trigrama de arriba Tui, Lago). Los trazos firmes y centrales que aluden al “gran hombre” son los regentes del signo, situados en el segundo y el quinto puesto.
    Un saludo.

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  4. marian@lainteligenciadelavida.comfebrero 27, 2020

    Querría añadir lo siguiente al final de mi comentario anterior:
    [Los regentes son: el “príncipe” representado por la línea central del trigrama Agua, y los “ministros” que corresponden a la línea central del trigrama Lago. El arquetipo “príncipe” señala la actividad mental (la vertiente Yang del elemento Fuego) y los “ministros” simbolizan las políticas con respecto a las circunstancias externas.]

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