27 de noviembre de 2013

Sobre el estudio del I Ching




Sin abrir tu puerta
puedes abrir tu corazón al mundo.
Sin mirar por tu ventana,
puedes ver la esencia del Tao.

Cuanto más conoces,
menos comprendes.

El Maestro llega sin partir,
ve la luz sin mirar,
logra sin hacer.

Lao Tse - Tao Te Ching (Versión de Stephen Mitchell)

A propósito de la preocupación por "aprender" y "entender" el I Ching, me parece que este capítulo del Tao Te Ching arroja algo de luz.

"Cuanto más conoces,
menos comprendes"

Desde mi punto de vista, si se quiere entender el mensaje profundo del libro, no podemos abordarlo por caminos transitados por los estudiosos, sean estos capaces o incapaces. Solo es posible abordarlo desde el silencio intelectual, alejándonos del ruido ensordecedor de nuestra mente racional, que intenta encontrar una explicación que satisfaga esa necesidad de adecuarse a los procesos causales que, por otra parte, son la antítesis de lo que el libro es. Lo ideal sería leer las sentencias, algunos comentarios y luego tomar distancia, darnos un tiempo, mientras jugamos con todas esas ideas, hasta que las cosas, como por arte de magia, se juntan formando una respuesta a nuestra consulta, a nuestra tribulación. Esta respuesta, no hace falta decirlo, solo sirve para esta única vez y nunca más podrá repetirse, por lo tanto, considero inútil tomar notas, ir dejando marcas y señales para futuras consultas y para otros consultantes. Cada momento, cada tribulación, cada encrucijada, es única e irrepetible. Con la consulta lo que hacemos es fijar ese movimiento incesante, tomar una instantánea de ese presente y luego dejar a nuestra naturaleza profunda que se exprese a través de esos símbolos que, por otra parte, tienen significados distintos para distintos consultantes.